
Tú eras el huracán y yo la alta torre que desafia su poder: tenias que estrellarte o que abatirme... ¡No pudo ser!
Tú eras el océano y yo la enhiesta roca que firme aguarda su vaivén: tenias que romperte o que arrancarme... ¡No pudo ser!
Hermosa tú, yo altivo: acostumbrados uno a arrollar, el otro a no ceder: la senda estrecha, inevitable el choque... ¡No pudo ser!
1 comentario:
Todo un desafío.
Publicar un comentario