18 de marzo de 2006

Felicidades papa

En aquel momento corrían tiempos difíciles para aquella familia, tanto que el papá sermoneaba a su hija diciéndole:

¡Estás tonta! ¿Qué has hecho? ¡ Ya te dije que no malgastaras ese papel!!.

El papel, al que se refería, era un simple papel de regalo con el cual la hijita había envuelto un regalo para su papá.

El papá siguió gritándole:
¡Encima un regalo!! ¡Te dije que no nos podíamos permitir este lujo! ¡En fin lo abriremos!!

Al abrirlo el papá se quedó todavía más perplejo, al ver que la caja que abría no contenía nada.
Entonces más enojado todavía, le dijo a su hijita:

¿Cómo? ¡Si no hay nada! ¿Pero esto entonces, a qué viene??

La hijita con lágrimas en los ojos y sollozando, le responde a su papá:

¡Papuchi, no te enfades! Esa caja no está vacía, está llena. ¡Llena de besos que puse ahí para ti!!!

El padre comprendiendo todo, respondió afligido:

¡Mi chiquitina! ¡Perdona no los vi! ¡Es el mejor regalo que nunca me hicieron!!!.

DESDE AQUEL DÍA, CADA VEZ QUE EN LA VIDA DEL PAPÁ HAY UN ATISBO DE TRISTEZA, ABRE LA CAJA Y COGE UNO DE ESOS BESOS, Y LA VIDA LE VUELVE A SONREÍR.

2 comentarios:

Karola dijo...

Gracias Batman, un detalle! Por cierto, no pude acceder a tu blog,o tu también eres leyenda?

Verónica Díaz C dijo...

Es maravillosa la historia; muchas veces me ha pasado con mis hijos. Cada día trato que me pase menos.