Inmensidad

Sentado al borde de tu inmensidad
estoy tratando de adivinar
la profundidad de tus pensamientos
y el porqué del incansable vaivén de tu ser...
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Vienes.., luego te vas...
Me tocas... miro y ya no estás.
¡Ven! ¡Acércate! Refresca mi piel con tus dedos de espuma.
Ven y hazme sentir parte de ti,... de tu cuerpo.
¿ Porqué luego golpeas con tanta violencia las rocas de mi pasión?
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¡¿ Quieres que me vaya?!!!
¡¿ Quieres que me olvide y me aleje por siempre de ti?!!!
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¿ Porqué después vuelves, me envuelves y me arrullas en tu seno?
¿Porqué me impregnas los sentidos con el salvaje aroma de tu intimidad?
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¡ Ven! ¡ Quédate junto a mí!
¡ No te vayas!
Sí, así es... ven... ven...
Déjame tocarte, déjame acariciar tu piel
de esmeralda y cristalina.
Déjame perderme poco a poco en medio de tu cuerpo,
de tu ser, de tu existencia...
Así,... cúbreme, abrázame todo
¡ No importa si ahora pierdo mi vida! ,
pues te la estoy dando a ti, mi Amada...
Llévame contigo hoy. Mañana ya no existiré más.
Mañana ya no vendré a verte.
¡ Jamás te volvería a amar! ¡ Nunca!
Si no me llevas contigo... Ahora...